Por Marcos Gutiérrez
Desde el año 2008 en la ciudad de La Plata se viene implementando la utilización de bolsas verdes para la basura reciclable. Esto consiste en separar los residuos secos del hogar para que sean procesados en las distintas plantas de tratamiento que posee la ciudad.
El objetivo de esta campaña tiene que ver con empezar a profundizar y a concientizar a los vecinos acerca del uso y el tratamiento de los residuos, reducir la cantidad de éstos que van al relleno sanitario. Conservar recursos naturales, renovables y no renovables. Generar fuentes de trabajo.
Sin embargo, la apropiación de los vecinos a esta práctica aún no es completa. Las formas de tratamiento de residuos hogareños no está del todo incorporada.
Es por ello que aquí van algunos tips para tener en cuenta:
-En primer lugar es necesario tener un cesto de basura específicamente para los residuos secos; darle entidad y un espacio físico ayuda a visualizar y adquirir la práctica.
-Al momento de dejar la basura en la calle separar en distintos lugares aquellas que son residuos secos de los residuos no reciclables.
-No olvidar que en el cesto de residuos secos van papeles, cartones, vidrios, plásticos y metales. Y que las bolsas hay que sacarlas antes de las 8.00 hs para que las recoja un camión municipal especial.
Existen los denominados “puntos verdes” donde se reciben los residuos secos y donde el vecino se puede asesorar acerca del tratamiento de la basura. Hay varios en la ciudad: Calle 69 esq.118; Diag. 73 esq. 117; 2 N°1424 e 61 y 62; 57 N° 957 e 14 y 15; 43 N° 1036 e 15 y 16; 14 N°668 e 45 y 46; 10 e 59 y 60; 49 N°1227; 38 N° 568 6 y Pza. Olazabal; 116 e/ 37 y 38 Barrio Hipódromo y 55 e/ 16 y 17.
Para tener en cuenta
* El papel cartón se vende a las papeleras para su reciclado. La necesidad de reciclarlo radica fundamentalmente en evitar la tala de árboles. Para generar una tonelada de papel nuevo es necesario talar 17 árboles.
* Las botellas enteras con o sin color, vuelven a las embotelladoras. Los vidrios molidos se reciclan para ser utilizarlos nuevamente y sirven para que la fabricación de vidrio “nuevo” se funda a una temperatura menor, ahorrando así un 32% de energía.
* El plástico se recupera para hacer nuevos productos. Así se consume menos materia prima derivada del petróleo.
* Por último, el aluminio, metal no ferroso, tiene un gran costo ambiental en su proceso de fabricación. Las diferentes latas, una vez separadas, vuelven a las chatarrerías para ser fundidas. Veinte latas recicladas de aluminio equiparan al costo en dinero y energía de lo que cuesta hacer una nueva.
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